Si tienes hijos adolescentes o eres educador de este grupo de edad, debes saber que existen una serie de ejercicios de Programación Neurolingüística (PNL), que te pueden resultar de mucho interés.
Las técnicas, estrategias y modelos de PNL ofrecen una serie de recursos para que los más jóvenes se beneficien con su práctica.
La adolescencia es una etapa difícil para los jóvenes y quienes les rodean, y la PNL se puede convertir en una imprescindible herramienta para mejorar su educación y el vínculo con ellos.
Adoptando esta metodología incorporarás en tus hábitos una serie de aspectos a tener en cuenta que te servirán para mejorar tu relación con los adolescentes, desarrollando habilidades que se deben poner en práctica en un marco alejado del autoritarismo, que genere confianza con el adolescente, enmarcando unos límites claros, huyendo de la rigided, brindando espacio propio y dando libertad con limitaciones bien establecidas.
Una vez logrado este marco de acción, será necesario establecer una “plan de salida” con el adolescente, en base a un proyecto de vida en el corto, mediano y largo plazo. Para ello, es necesario contemplar sus deseos, intereses y características, y asimilarlos a la realidad.
Ese "plan de salida" conllevará una serie de pasos para lograr la meta final, que será necesario automatizar. El objetivo es lograr la disciplina de una forma consensuada y sana para el adolescente.
Este método pasa por tener horarios para las actividades tanto de estudio, trabajo u ocio; y ofrecer flexibilidad sin llegar a la rigidez, -tampoco siendo demasiado laxos-, intentando llegar al punto medio entre exigencia y libertad.
Será necesario para que todo vaya bien mantener una permanente comunicación, siempre respetando los espacios propios, y fomentando la autonomía del adolescente.