Intervención en Duelo con PNL


El duelo es un proceso que sigue a la pérdida de algo o de alguien. Muchas personas lo relacionan con la muerte de un ser querido, pero el duelo es algo que todos experimentamos después de cualquier tipo de pérdida como puede ser el trabajo, un animal, el hogar, la casa, las expectativas, un sueño, una relación de pareja, una amistad, un matrimonio, un hijo dado en adopción, una capacidad después de un accidente...etc. Todo esto puede llegar a ser devastador para la persona que lo sufre. 

Gestionar un duelo es aceptar la pérdida como una realidad, pero provocando un movimiento mental hacia algo más, hacia un nuevo objetivo. No se trata de reemplazar, pero sí desarrollar una nueva opción donde encontrar un significado que conecte con todas las capacidades y recursos -es falso que se acaben- para no caer y provocar un sufrimiento estéril. 

La intervención en duelo sirve para alejarse de la sensación de dolor, de temor, de incapacidad, de inseguridad, de pérdida... etc. dejando atrás todos los temores y creencias limitantes que implica y retomando otra vez la vida. 

Para superarlo es necesario generar nuevos objetivos resolviendo el duelo lo más pronto posible, pasando por las diferentes etapas necesarias y viviendo cada una de ellas. 

La intervención en duelo sirve para que el paciente se de cuenta de que las pérdidas son inherentes a la vida, pero que ésta no acaba ni se para. La pérdida es un reto para seguir creciendo, superarse, y desarrollarse como ser humano. 

Cuatro etapas

La persona afectada por el duelo debe atravesar por cuatro etapas para resolverlo adecuadamente. Estas etapas incluyen el periodo de la negación, la ira, la resignación y, por último, la aceptación.
 Es necesario resaltar en este punto la gran diferencia que existe entre la resignación que implica dolor y un cambio de vida donde ya no hay un significado, donde es vital aprender a vivir con el sufrimiento y la carencia, y que puede llevar a "estar muerto en vida", sin ilusiones, sintiendo que ya nada vale la pena pues toda la atención está puesta en lo que ya no se tiene. 

La intervención en duelo ayuda a aceptar el reconocimiento de un hecho traumático que no se puede cambiar, pero sí superar, ya que toda vivencia conlleva una gran riqueza que siempre estará con nosotros. 

Aprenderemos que la aceptación es un círculo a cerrar, pero que la atención tiene que dirigirse hacia algo que se presente por delante, algo con lo que poder sentirse realizado, seguro, útil... que incluya ilusiones y esperanza... que permita descubrir que la vida no ha terminado, y que es imprescindible responsabilizarse de ella, retomando la fe en uno mismo. 

Intervención con PNL


La Programación Neurolingüística (PNL) nos ayudará a descubrir que el problema no está en el hecho traumático en sí mismo, sino en la forma en que codificamos mentalmente el mismo. Esta técnica nos permitirá explorar cómo la manera en que codificamos el trauma nos puede dar la pauta para superar el duelo, lo que nos ayudará a reconectarnos con los momentos felices, recuperando la riqueza que nos dejaron esos hechos o esas personas. 

Preguntándonos cosas como ¿Para qué sirve seguir lamentando este hecho en mi vida? ¿Cómo puedo salir de esto? ¿Qué opciones diferentes hay en mí alrededor? ¿Cuál sería la mejor? ¿De qué manera puedo usar mi libre albedrío para salir de esto y sentirme bien? ¿Qué pasaría si intento algo más? o ¿Cuáles son los beneficios de una nueva actitud?... avanzaremos en nuestro propósito de superar el duelo, ya que este tipo de preguntas implican un movimiento mental que ayudará a adoptar otra conducta. 

Existen diferentes terapias para intervenir en un duelo a partir de la PNL, dependiendo de su categoría y de su impacto en la persona, pero lo interesante es que siempre habrá una solución. El único requisito es querer hacerlo.